¡Es muy cierto! Aunque este período está lleno de alegría, calidez y felicidad, se sabe que el «estrés navideño» afecta a muchas personas. Las razones son múltiples, por ejemplo, hay quienes no se llevan bien con sus familiares y viven estos días en familia con gran angustia, pero hay quienes durante las vacaciones viajan para llegar a sus seres queridos y, como sabes, viajar puede ser fuente de estrés. ¿Y los regalos? Parece trivial, pero tener que pensar en un regalo para todos puede ser un pensamiento muy, muy estresante. Y luego están aquellos que no viven bien en el momento de los «propósitos de fin de año» y les gustaría mudarse directamente al año nuevo sin vacaciones.

Sí, las vacaciones pueden ser estresantes, pero hay varias formas de contrarrestar este sentimiento. En primer lugar, lo importante es no oponerse a las sensaciones negativas, sino dejarlas fluir. Si sientes que el estrés está tomando ventaja porque la lista de cosas por hacer parece interminable, no insistas, tómate media hora para ti, úsala para darte un baño relajante, dar un paseo o simplemente respira profundamente pensando que es solo un momento pasajero.

Si tienes miedo de no poder dar regalos de navidad, opte por un obsequio pequeño pero sincero, acompañado de una nota escrita con el corazón y la promesa de pasar más tiempo juntos. Si no tienes ganas de ir a esta o aquella comida, cena o fiesta, no vayas, sin sentirte culpable. Si, en cambio, te sientes cansado y exhausto, también debido al frío y las escasas horas de luz, aprovecha este momento para recuperar fuerzas: descansa, sal a caminar, mantente hidratado y si necesitas un aliado, Sustenium Plus.

Las vacaciones están hechas para relajarse, divertirse, quedarse con la familia y ser feliz, ¡el mejor regalo de Navidad que puedes hacerte es no obligarte a hacer algo que no quieras hacer!