Los niños y los adolescentes más jóvenes tienen una vida muy ajetreada. Sin embargo, un ajetreo continuo requiere energía que puede obtenerse fácilmente de fuentes alimenticias de calidad. Los progenitores pueden desempeñar un papel importante en enseñar hábitos del estilo de vida saludables a sus hijos/as.

La importancia de una educación nutricional saludable

Los alimentos proporcionan energía y permiten a nuestros hijos e hijas enfrentarse a sus vidas ajetreadas: colegio, deporte, aficiones, tiempo de ocio. ¿Alguna vez te has preguntado cuánta energía necesitan para continuar sin parar? La respuesta no es sencilla porque la energía requerida por cada persona no es la misma, ya que varía según las necesidades para mantener1:

  • Salud
  • Crecimiento
  • Nivel adecuado de actividad física

Con un “nivel adecuado de actividad física” nos referimos a actividades que permitan a la persona sobrevivir en su entorno social, o conseguir su bienestar1. Estas actividades en niños y adolescentes jóvenes son, por ejemplo, la exploración de su entorno y la interacción con colegas o adultos como jugar o ir al colegio.


Para lograr ese suministro de nivel energético, la nutrición desempeña un papel fundamental, sobre todo la nutrición con alimentos de buena calidad. De hecho, a menudo los niños y los jóvenes comen en el colegio o es posible que los padres tengan prisa y no dispongan de tiempo para cocinar alimentos sanos. Todas estas situaciones pueden suponer una carga sobre el bienestar de nuestros hijos/as2. Además, el consumo de alimentos puede verse influido por otros factores como:

  • Sociedad
  • Religión
  • Creencias populares

El primer entorno que influye en nuestros hábitos de alimentación desde la infancia temprana es la familia, que también puede afectar nuestras preferencias con respecto a los alimentos. Por ejemplo, es más probable que niños que nacen y crecen en México tomen pimientos chile y comidas picantes, lo que les permite formar parte de su entorno familiar y social3.

Independientemente de los factores sociales y del entorno, se sabe que nos niños que no están acostumbrados a probar alimentos nuevos entre los 2 y los 6 años de edad pueden presentar una mayor tendencia a rechazar las verduras o alimentos con los que no están familiarizados3.

Por lo tanto, debemos tratar de educar a nuestros hijos y adolescentes para que adquieran hábitos de alimentación saludable, preferiblemente con alimentos de buena calidad, variados y sanos que contengan vitaminas y minerales capaces de mejorar su bienestar físico y mental.

Buenos nutrientes a cualquier edad

Vitamina D

La vitamina D desempeña una función importante en4:

  • Metabolismo mineral óseo
  • Crecimiento y desarrollo del esqueleto

Es muy importante ingerir una cantidad óptima de vitamina D para lograr la máxima masa ósea poco después de finalizar la adolescencia4.

Además de la salud de los huesos, la vitamina D fomenta el normal funcionamiento del sistema inmunitario y ayuda en el mantenimiento de una función muscular normal5.

Nuestro cuerpo puede generar vitamina D a partir de la exposición de la piel al sol y, por lo tanto, permitir que nuestros hijos permanezcan al aire libre en días soleados puede ayudarles a obtener la cantidad adecuada de esta vitamina6.

Las fuentes alimenticias de vitamina D son6:

  • Pescado azul, como salmón, sardinas, arenque y caballa
  • Carne roja
  • Hígado
  • Yemas de huevo
  • Alimentos enriquecidos, como cereales de desayuno

Vitaminas del grupo B

Las vitaminas del grupo B son moléculas que permiten a nuestro organismo transformar los alimentos en energía y se pueden encontrar en varias fuentes alimenticias, tales como7:

  • Pescado/aves/carne/huevos
  • Productos lácteos
  • Verduras de hoja verde
  • Alubias

Vitamina A

La vitamina A desempeña una función importante en la salud visual8. De hecho, la vitamina A contribuye a mantener una visión normal y fomenta el normal funcionamiento del sistema inmunitario9.

La vitamina A se puede encontrar como10:

  • Retinol, la forma activa de la vitamina A
  • Carotenoides, presentes en las plantas y que se transforman en la forma activa de la vitamina A como betacaroteno

Las fuentes alimenticias de vitamina A son6:

  • Aceite de hígado de bacalao
  • Huevos
  • Cereales de desayuno y leche desnatada enriquecidos
  • Frutas y verduras naranjas y amarillas
  • Brócoli, espinacas y la mayoría de las verduras de hoja verde oscuro

Consejos para los progenitores

Puede ser complicado para los progenitores enseñar hábitos alimenticios buenos y saludables, sobre todo si no están habituados a realizarlos cada día. La mejor manera es dar ejemplo de un estilo de vida saludable y, por lo tanto, los progenitores son los primeros que deben implementar ellos mismos un estilo de vida saludable y mejorarlo. Si eres un progenitor dispuesto a saber más sobre este asunto, te ofrecemos a continuación algunos consejos11:

  • Siempre que sea posible, controla la calidad nutritiva de los alimentos, el tamaño de la porción y trata de favorecer la toma de refrigerios y comidas regulares
  • Favorece el consumo de frutas y verduras de temporada
  • Ofrece un contexto social para la conducta alimentaria como comer en familia
  • Enseña sobre alimentación y nutrición mientras estáis comprando o durante el cocinado
  • Contrarresta la información imprecisa proporcionada por los medios u otras influencias
  • Indica a otros cuidadores (p. ej., guarderías, niñeras) lo que deseas que coma tu hijo/a
  • Sé un modelo a seguir y guía a través del ejemplo «haz lo que yo hago» en vez de «haz lo que digo»
  • Fomenta la realización de una actividad física diaria habitual y participa en ella

¿Un complemento alimenticio puede ayudar?

Los niños y los adolescentes más jóvenes tienen una vida muy ajetreada. Necesitan explorar y aprender y este proceso no ocurre solo en la escuela, sino a través de las experiencias del día a día. Para ello necesitan energía para alimentar sus cerebros y músculos y, además, requieren nutrientes para crecer fuertes y saludables. Todas estas necesidades se pueden cubrir fácilmente con una dieta variada en la que los progenitores juegan un papel importante como ejemplo de un estilo de vida saludable. En general, se aconseja evitar los alimentos demasiado salados y azucarados o las comidas rápidas para que prueben más frutas y verduras y así lograr la reposición de nutrientes buenos y saludables.

En esta situación, si piensas que un complemento alimenticio puede ayudar a tu hijo/a en su vida diaria, puedes probar un producto multimineral/multivitamínico que contenga:    

  • Vitaminas como las vitaminas del grupo B y vitamina C, que contribuyen al funcionamiento normal de su sistema inmunitario12, vitamina A y vitamina D
  • Minerales como zinc, que ayuda a mantener el bienestar del sistema inmunitario de tu hijo/a 13

  1. Torun, B. Energy requirements of children and adolescents. Public Health Nutrition 8, 968–993 (2005).
  2. Das, J. C. Fast Food Consumption in Children: A Review. Medical & Clinical Reviews 1, (2015).
  3. Scaglioni, S. et al. Factors Influencing Children’s Eating Behaviours. Nutrients 10, (2018).
  4. Koo, W. & Walyat, N. Vitamin D and Skeletal Growth and Development. Curr Osteoporos Rep 11, 188–193 (2013).
  5. EFSA. Scientific Opinion on the substantiation of health claims related to vitamin D and normal function of the immune system and inflammatory response, maintenance of normal muscle function and maintenance of normal cardiovascular function. 1468 (2010).
  6. NHS. Vitamin D (https://www.nhs.uk/conditions/vitamins-and-minerals/vitamin-d/ – Último acceso en mayo de 2021).
  7. MedlinePlus. B Vitamins (https://medlineplus.gov/bvitamins.html – Último acceso en marzo de 2021).
  8. Martini, L. et al. Appropriate and inappropriate vitamin supplementation in children. J Nutr Sci 9,.
  9. Scientific Opinion on the substantiation of health claims related to vitamin A and cell differentiation (ID 14), function of the immune system (ID 14), maintenance of skin and mucous membranes (ID 15, 17), maintenance of vision (ID 16), maintenance of bone (ID 13, 17), maintenance of teeth (ID 13, 17), maintenance of hair (ID 17), maintenance of nails (ID 17), metabolism of iron (ID 206), and protection of DNA, proteins and lipids from oxidative damage (ID 209) pursuant to Article 13(1) of Regulation (EC) No 1924/2006. EFSA Journal 7, 1221 (2009).
  10. MedlinePlus. Vitamin A (https://medlineplus.gov/ency/article/002400.htm – Último acceso en mayo de 2021).
  11. Gidding, S. et al. Dietary Recommendations for Children and Adolescents: A Guide for Practitioners. Pediatrics 117, 544–59 (2006).
  12. EFSA. Vitamin C and contribution to the normal function of the immune system. (2015).
  13. EFSA. Scientific Opinion on the substantiation of health claims related to zinc and function of the immune system. 7, 1229 (2009).