La dieta y el ejercicio son los principales pilares de un estilo de vida saludable con beneficios a largo plazo para el cuerpo y la mente. Disfrutar de una dieta sana y hacer ejercicio con frecuencia te pueden ayudar a sentirte mejor cada día.

¿Qué es un estilo de vida saludable?

Se puede pensar en muchas cosas al considerar en qué consiste un estilo de vida saludable y qué beneficios puede aportarnos. Sin embargo, se suelen concretar varios aspectos como una buena dieta, hacer ejercicio con frecuencia, no fumar y mantener un peso adecuado. Por lo tanto, un estilo de vida saludable no se basa en un único factor, sino en varios factores que, en su conjunto, ayudan al bienestar general. Adoptar pronto un estilo de vida saludable  aporta numerosos beneficios que se mantendrán en  la edad adulta e incluso en los años posteriores. Estos factores te pueden ayudar a mantener una buena salud física, además de una buena salud mental. Varios tipos de estudios han indicado que la mayoría de las enfermedades crónicas, como enfermedad cardiovascular, cáncer y diabetes tipo 2, son el resultado de estilos de vida caracterizados por una mala nutrición e inactividad física1. Por lo tanto, vamos a centrarnos en dos de los pilares de un estilo de vida saludable: el ejercicio y la dieta.

La necesidad de ejercicio

En la actualidad, existe una cantidad impresionante de evidencias que indican que hacer ejercicio a lo largo de la vida aumenta la esperanza de vida y disminuye la aparición de  enfermedades crónicas2. Por lo tanto, comenzar a hacer ejercicio de manera frecuente a una edad temprana puede ser lo mejor para mantenerse en forma durante toda la vida. Se considera que la inactividad física es la base de muchas enfermedades crónicas como:

  • Diabetes tipo 2
  • Enfermedad cardiovascular
  • Hipertensión

La diabetes tipo 2 es una enfermedad muy prevalente relacionada  con el estilo de vida, siendo el ejercicio el factor del estilo de vida más poderoso para su prevención2.

La inactividad física junto con otros factores como la edad, la dieta, el género y la genética aumentan los factores de riesgo que conllevan la aparición de varias enfermedades crónicas2. Sin embargo, una actividad física adecuada puede evitar la aparición de muchos de estos factores de riesgo2.

Hacer ejercicio tiene muchos beneficios. Además de mejorar la salud cardiovascular y el rendimiento cardiaco, también mejora la salud mental2. Los estudios han demostrado que el ejercicio puede mejorar la cognición, la depresión, la ansiedad e incluso ayudar a prevenir el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas2. Llevar un estilo de vida saludable reduce los factores de riesgo cardiovascular, incluyendo el aumento del colesterol, la hipertensión y  la ausencia de diabetes tipo 2 en la edad adulta joven, también se asocia a un bajo riesgo de enfermedad cardiovascular en la mediana edad3.

Existe un amplio abanico de actividades que se pueden realizar. Si te gustan las actividades aeróbicas, puedes hacer footing o montar en bicicleta. Si te gustan las actividades menos extenuantes, considera la posibilidad de hacer una caminata corta por la mañana para comenzar el día o más tarde para hacer un cambio en la rutina. ¿A qué esperas? Si aún no eres una persona físicamente activa, elige una actividad y empieza hoy mismo a realizarla.

El papel fundamental de la dieta

En ocasiones se considera que la dieta es el factor de riesgo aislado más significativo para mantenerse sano4. No obstante, muchas personas no siempre siguen una dieta saludable de manera constante.

Al igual que con el ejercicio, una dieta saludable tiene beneficios que incluyen la prevención de enfermedades cardiovasculares, cáncer, diabetes tipo 2 y obesidad4. Existen numerosas dietas y abordajes dietéticos entre los que elegir. Una de esas dietas es la Med Diet 4.0, que va más allá de la dieta mediterránea aportando cuatro beneficios sostenibles5:

  • Importantes beneficios para la salud y la nutrición
  • Reducido impacto medioambiental y mayor biodiversidad
  • Altos valores alimentarios socioculturales
  • Resultados económicos locales positivos

Hay cada vez más evidencias que indican que una dieta como la dieta mediterránea ejerce un efecto de prevención de las enfermedades cardiovasculares, lo que se puede asociar a una acción positiva sobre el riesgo cardiometabólico, al reducir el riesgo de diabetes y enfermedades de tipo metabólico6. Se ha sugerido que estos beneficios positivos se relacionan con un alto contenido de fibra dietética, vitaminas, minerales y fitoquímicos7. Independientemente del tipo de dieta elegida, es importante considerar las sugerencias aportadas por la Organización Mundial de la Salud8:

  • Comer muchas frutas y verduras
  • Reducir la ingesta de grasas, azúcares y sal
  • Consumir alubias, legumbres, lentejas, pescado, aves y carnes magras
  • Consumir leche y productos lácteos bajos en grasa y sal
  • Seleccionar alimentos con un bajo contenido de azúcar
  • Limitar el consumo de dulces y bebidas azucaradas

Seguir estas normas generales te ayudará a sentirte mejor y sacar el máximo provecho de la dieta con vistas a tu futuro.

Conclusión

El ejercicio y la dieta son herramientas poderosas para prevenir y tratar numerosas enfermedades crónicas. Dada su naturaleza promotora de la salud para todo el organismo, se logran mejores respuestas y más duraderas con una dieta saludable y  ejercicio, si este estilo de vida se adopta lo más temprano posible. Por último, es importante tener en cuenta que los complementos alimenticios se pueden utilizar para ayudar a obtener vitaminas y minerales necesarios para el correcto funcionamiento del organismo.

  1. Bodai, B. I., et al. Lifestyle Medicine: A Brief Review of Its Dramatic Impact on Health and Survival. Perm J 22:17-025 (2018).
  2. Ruegsegger G. N. & Booth F. W. Health Benefits of Exercise. Cold Spring Harb Perspect Med Jul 2;8(7):a029694 (2018).
  3. Liu, K., et al. Healthy Lifestyle Through Young Adulthood and the Presence of Low Cardiovascular Disease Risk Profile in Middle Age. Circulation 125, 996–1004 (2012).
  4. Locke, A., et al. Diets for Health: Goals and Guidelines. Am Fam Physician 97, 721–728 (2018).
  5. Dernini, S., et al. Med Diet 4.0: the Mediterranean diet with four sustainable benefits. Public Health Nutr 20:1322–1330 (2017).
  6. Martini, D. Health Benefits of Mediterranean Diet. Nutrients 11:1802 (2019).
  7. Dinu, M., et al. A Heart-Healthy Diet: Recent Insights and Practical Recommendations. Curr Cardiol Rep 19:95 (2017).
  8. World Health Organization. Disponible en: https://www.euro.who.int/en/health-topics/disease-prevention/nutrition/a-healthy-lifestyle.